Arroz Thai salteado con pollo, berenjena asiá¡tica y setas shitake
Un platito muy sencillo y con ingredientes interesantes:
Las berenjenas asiáticas son deliciosas; con un sabor parecido a las que podemos encontrar en España, pero con una piel mucho más suave y una estética deliciosa que alegra cualquier plato.
Las setas shitake tienen un precio muy asequible y unas propiedades interesantísimas: una textura casi esponjosa que resulta muy agradable en boca y un sabor delicado que combina y realza a la perfección el de la salsa de soja y el resto de ingredientes.
Y el arroz Thai tiene un aroma a Jazmín y un punto herbáceo que lo hace delicioso.
Os recomiendo que para conseguir el mejor punto de cada ingrediente lo ideal es hacerlos por separado y finalmente dejarles que se conozcan e intercambien fluidos en el último salteado junto con el arroz. Vamos con la receta.
- 31 - 60 minutos
- Baja
- Sirve 4
Método
Ingredientes
Ingredientes
- 3 berenjenas asiáticas (las alargadas) cortada en rodajas de 3 cm de grosor (o sustituye por una berenjena normal).
- 100 gramos de setas shitake cortadas en cuartos.
- 2 dientes de ajo picados.
- Una pieza de jengibre de 2 cm de longitud picado.
- 2 contramuslos de pollo deshuesados y sin piel cortados en tiras de 2 cm de grosor.
- Medio limón cortado en 4 rodajas.
- Un chorrito de salsa de soja japonesa.
- Opcional: Un poco de chiles “bird’s eye”.
- 200 gramos de arroz Tilda-Sundari Thai Jasmine.
Método
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Lava el arroz en varias aguas masajeándolo suavemente hasta que esta salga casi transparente. Cuece en una olla con 1.5 su volumen en agua durante 11 minutos. Deja reposando en la cazuela destapada.
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Dora el ajo y el jengibre en aceite hasta que quede crujiente.
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Saltea el pollo a fuego fuerte de forma que quede dorado por fuera y jugoso por dentro.
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En la misma sartén dora el resto de verduras hasta que estén hechas y adquieran color.
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Retira las verduras, vuelve a calentar la sartén con un poco de aceite hasta que humee y saltea el arroz. Añade la salsa de soja y el resto de verduras y saltea de forma que los ingredientes se familiaricen unos con otros y se conozcan a fondo.
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Para darle un aroma fresco y veraniego, sirve acompañado de una rodaja de limón para que cada comensal se aliñe el plato a su gusto y añade cilantro a discreción. Añade el ajo y jengibre en el último momento para que mantengan el crujiente.